Tuesday, February 24, 2009

Un camino de felicidad.

Todos hacemos diferentes selecciones para las distintas cosas en la vida, buscando un patrón, pero eventualmente aprendemos a definir la felicidad en nuestros términos, inspirados en el dolor, la alegría y la experiencia que otros nos han hecho ver. Y es que llega un punto de la vida, es que dejamos de ver los sueños que se nos han impuestos o nos hemos auto-impuesto, imitando al hermano mayor, queriendo ser como papá y incluso como el hombre o mujer feliz que vemos en un comercial o telenovela; es en este quiebre en que empezamos a discernir entre lo bueno y lo malo, recordamos cosas que nos han hecho felices, recordamos momentos y seres que nos han dado un gusto tan amargo de vida, que no queremos volver a repetirlo por nada del mundo, y sin darnos cuenta nos vamos transformando en lo que queremos ser.
Justo en el momento de transición, viene la parte más difícil porque es aquí cuando empezamos a volvernos distintos a la media que nos rodea, lo que conlleva a ser criticado, o simplemente comentado, lo que si no somos lo verdaderamente fuertes y líderes en nuestras vidas, terminamos dejando de lado ese “yo verdadero” volviéndonos parte de la manada, todo con el fin de no ser parte de una crítica, la cual puede ser positiva y negativa, pero que de una u otra forma, y sobre todo en la adolescencia, nos molesta tanto que cuesta mucho dejar a todos los símiles para volverse un ser distinto a lo que todos ven diariamente.
Como siempre es recurrente en mi, temas como el amor y todos los derivados que esta conlleva, para bien o para mal, son los principales causantes de volverse distinto al resto, porque este es un sentimiento tan personal, que libera pasión y verdad dentro de nosotros; cuando perdemos a alguien, lo ganamos, le dañamos, etc. nos duele tanto, que decidimos cambiar de la forma que más nos acomode, lo cual presenta un doble riesgo, pues por un lado, decidimos ser nosotros mismos y empezamos a vivir nuestras vidas, o por otro lado nos engañamos esperando que el universo obre mágicamente por nosotros para que las cosas se repitan y uno vuelva a hacerlo bien esa vez. Por motivos lógicos, seguiré la primera opción, y empezare a dictar el camino de autodefinir la felicidad con los términos que cada uno elija para dicho contrato (consigo mismo) que comenzamos a seguir al pie de la letra, y es porque vamos camino a la felicidad, la cual no siempre es fácil y nunca es fortuita, porque primero debemos conocer el mundo con sus pros y contras para empezar a definir los axiomas que construirán lo que hemos de ser, como consejo nunca actúen por rabia, despecho u otro sentimiento que se deriva de una derrota, pues aquí no actuamos como nosotros, sino como el ser que perdió algo que en dicho momento quería otra cosa.
Como dice el buen dicho, uno no sabe lo bueno que tiene hasta que lo pierde, y eso muchas veces es demasiado cierto, a tal modo, que una de las peores formas de darse cuenta de lo bueno, es cuando lo hemos perdido, y aquí solo puedo decir que una de las cosas mas difíciles de la vida es tener que decir adiós, pues no se dice una sola vez, se dice día a día hasta que por in asimilamos la pérdida de ese aquello. Gracias al enfrentamiento diario de una despedida, nos damos cuenta de algo que es muy cierto, la vida no es eterna, y nuestro tiempo es corto, por lo que debemos seguir con la vida, y aprender lo que esta nos deja cada uno de los días que vivimos, pues sino seguimos dentro de la masa colectiva, la cual si puede contener verdades generales, pero nunca te podrá decir quién eres en verdad, y sobre todo, que deseas, que es el principal camino a ser feliz, tener esa llama llena de vida, que te pide ser satisfecha (ojo que la satisfacción no es cantidad) de momentos dignos de recordar y que te brindan una sonrisa, la cual es uno de los combustibles para mantener la llama del alma.
Una vez conocidos los elementos buenos de los malos, ya vamos en buen camino, porque nos estamos conociendo, sabemos lo que es la felicidad y el dolor, sabemos que queremos cada día y cuáles son las experiencias que no queremos volver a repetir por anda del mundo, sabemos de gente que nos ha alegrado con muy poco, como también de aquella que con sus actos nos ha hecho llorar y sentir tan pesimistas con la vida, que nunca los repetiremos, y que incluso trabajaremos para que nuestro entorno no tenga personas así, sabremos las cosas que nos gustan y las que nos brindan placer, las buscaremos, seremos personas de oficio y tendremos un norte hacia el rumbo fijado. De ahí en adelante, solo hay tener la claridad, que el miedo nos nubla y nos tapa de lo que realmente es una verdad para nosotros, solo así iremos encontrando los términos de lo que significa felicidad para nosotros, y como ya dije antes, la felicidad aviva el alma, cosa que le falta en demasía a este mundo tan frio y gris que veo cada día en singular…

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